Por Berkeley Lovelace Jr. y Meagan Fitzgerald - NBC News
El director ejecutivo de la empresa farmacéutica danesa Novo Nordisk defendió el elevado precio en Estados Unidos de sus fármacos Ozempic y Wegovy, afirmando que su uso ahorra dinero a los contribuyentes en gastos relacionados con la obesidad.
“Si nos fijamos en el costo de la obesidad en Estados unidos, es una enfermedad que cuesta a los estadounidenses más de 400,000 millones de dólares al año”, dijo Lars Fruergaard Jørgensen en una entrevista en el programa NBC Nightly News de la cadena NBC News. “Estamos proporcionando productos que en realidad ayudan a aliviar esa carga de costos”.
Jørgensen calificó de “infundadas” las acusaciones de que la compañía opera como un cártel farmacéutico.
Sus comentarios llegan antes de una esperada comparecencia ante el Senado en septiembre, en la que está previsto que Jørgensen testifique sobre los precios en Estados Unidos de sus populares fármacos para la diabetes y la pérdida de peso.
Bernie Sanders, senador por Vermont y presidente del Comité de Salud, Educación, Trabajo y Pensiones, dijo a NBC News en junio que tiene previsto preguntar a Jørgensen por qué la farmacéutica cobra entre 10 y 15 veces más por Ozempic y Wegovy en Estados Unidos que en otros países.
Novo Nordisk vende Wegovy por unos 1,300 dólares al mes en Estados Unidos, según un informe del Comité HELP, mientras en Dinamarca puede adquirirse por 186 dólares mensuales, en Alemania por 137 y en Reino Unido por 92.
“Está claro que Novo Nordisk está estafando al pueblo estadounidense”, afirmó Sanders.
¿Cuánto le cuesta la obesidad a los estadounidenses?
El gasto sanitario relacionado a la obesidad en Estados Unidos es alto.
Un informe publicado el año pasado por KFF, un grupo sin fines de lucro que investiga temas de política de salud, descubrió que en 2021 las personas con sobrepeso u obesidad que tienen seguro de salud laboral gastan en promedio 12,588 dólares en costos de salud anuales, más del doble de los 4,699 para quienes no sufren esta condición.
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Las personas con sobrepeso u obesidad, además, deben hacer frente a pagos de su bolsillo más altos: 1,487 dólares en promedio, frente a los 698 de quienes no padecen estas afecciones.
Sin embargo, Stacie Dusetzina, profesora de política sanitaria de la Universidad de Vanderbilt, en Nashville (Tennessee), señaló que, con los precios actuales de Ozempic y Wegovy, el ahorro que se podría obtener al reducir la carga asistencial relacionada con la obesidad no es suficiente para compensar el fuerte aumento del gasto en estos fármacos.
“Para muchas personas, estos fármacos podrían ser una muy buena opción para mejorar su salud, pero es poco probable que reduzcan el gasto total”, explicó Dusetzina. “En general, el precio de estos fármacos tendría que bajar mucho para que produzcan un ahorro global en el gasto de salud”.
Un sistema sanitario complejo
Jørgensen dijo que se “ofreció voluntariamente” a comparecer ante la comisión para hablar del precio de Ozempic y Wegovy en la audiencia de septiembre. Su anuncio se conoció tres días después de que Sanders amenazara con llevar a cabo una votación para citar al presidente de la empresa, Doug Langa.
Jørgensen dijo que planea hablar de las “complejidades del sistema sanitario estadounidense, un sistema en el que participamos pero que no podemos cambiar”.
“Para ello es necesario un cambio de política”, dijo, y culpó a las compañías de seguros y a los gestores de beneficios farmacéuticos, o PBM, de los elevados desembolsos de bolsillo que pagan los pacientes por los medicamentos.
Los PBM trabajan con las aseguradoras para negociar descuentos con las farmacéuticas a cambio de incluir el fármaco en su cobertura. Pero a medida que los PBM se consolidan y tienen más influencia sobre cuáles son cubiertos, los expertos dicen que pueden estar inflando los precios.
En julio, la Comisión Federal de Comercio publicó un informe provisional sobre cómo los PBM elevan los precios para los pacientes.
“Reconozco que algunos pacientes tienen seguros precarios”, dijo Jørgensen. “Y si tienes un seguro precario, puede ser difícil costearte tus medicinas, por eso tenemos programas de apoyo y estamos intentando ayudarlos”.
Jørgensen además indicó que Estados Unidos debe tener una “discusión sobre cuál es el valor de estos medicamentos” para los pacientes.
Cynthia Cox, vicepresidenta de KFF y directora de su programa sobre el Affordable Care Act, indicó que, pese a que los fármacos pueden prevenir y reducir una serie de enfermedades relacionadas con la obesidad, el costo de los medicamentos sigue siendo alto y no está claro por cuánto tiempo la gente debe seguirlos consumiendo para seguir perdiendo peso y mejorar su salud.
“El extendido uso de estos fármacos para la pérdida de peso es aún relativamente nuevo, así que no estoy segura de que tenemos suficiente información a largo plazo para evaluar los costos y beneficios”, aseguró Cox.