Por Peter Nicholas - NBC News
Un nuevo libro de uno de los ex asesores de seguridad nacional de Donald Trump en la Casa Blanca describe al candidato presidencial republicano como una personalidad insegura, cuya necesidad de halagos y aprobación lo convirtió en un blanco fácil de adversarios extranjeros empeñados en debilitar a Estados Unidos.
Con su libro, H.R. McMaster es el último de una larga serie de funcionarios de la Administración Trump en escribir un relato entre bastidores, un género literario que ha ido prosperando en medio del imperecedero control de Trump sobre la política estadounidense.
Tras haber servido 13 meses al servicio de Trump antes de su destitución en 2018, McMaster ha escrito un libro que no es un relato excesivamente elogioso ni totalmente desdeñoso. Le atribuye a Trump haber ideado estrategias para luchar contra el terrorismo y haber reconocido que Estados Unidos necesitaba competir más ferozmente con una China en ascenso.
También culpa a algunos de sus antiguos colegas –sobre todo al ex secretario de Estado Rex Tillerson y al ex secretario de Defensa James Mattis– de no haber sabido encauzar a un nuevo presidente que venía del mundo del espectáculo y del sector inmobiliario y que nunca había ocupado un cargo público.
Pero McMaster tampoco se absuelve del todo en la saga.
"Solo pude atenuar, más que superar, las tensiones con el secretario de Estado, Rex Tillerson, y el secretario de Defensa, James Mattis, quienes priorizaron su control de la política sobre la colaboración", escribió.
"Tillerson y Mattis no sólo confiaban en sí mismos; también carecían de confianza en un presidente al que consideraban impulsivo, errático y peligroso para la república", prosiguió McMaster.
"Lamentablemente, todos disminuimos los esfuerzos de los demás y nuestra capacidad para aprovechar al máximo nuestra oportunidad de ayudar a Trump a tomar decisiones, atenerse a esas decisiones y actuar en interés del pueblo estadounidense".
La oficina de Mattis declinó hacer comentarios sobre la versión de McMaster. Un portavoz de Tillerson no pudo ser contactado para hacer comentarios.
El libro —At War with Ourselves (En guerra con nosotros mismos) — saldrá a la venta el martes. NBC News recibió una copia por adelantado.
Steven Cheung, un portavoz de la campaña de Trump, dijo en un comunicado que el libro "está plagado de historias falsas con la intención de utilizar fabricaciones inventadas y salaces con el fin de vender copias de un libro que pertenece a la papelera de gangas de la sección de ficción".
John Kelly, uno de los jefes de gabinete de Trump en la Casa Blanca, afirmó a NBC News el lunes que "H.R. tuvo un trabajo muy difícil mientras estuvo en la Casa Blanca, pero sirvió a la nación con honor".
McMaster ofrece nuevos datos a los votantes que buscan información sobre cómo Trump gobernó en el pasado y podría volver a hacerlo si gana un segundo mandato en noviembre.
El libro presenta a Trump como una personalidad con limitaciones que no solo presidió una Casa Blanca caótica, sino que también contribuyó a avivar la disfunción.
"El presidente, que siempre estaba a favor de los cotilleos, las intrigas y las luchas internas, a menudo hacía preguntas capciosas para ver si yo criticaba a Tillerson o Mattis", escribió. "Nunca lo hice".
McMaster, teniente general retirado del Ejército, fue el segundo de los cuatro asesores de seguridad nacional de Trump. También es un historiador que escribió un aclamado libro, Dereliction of Duty (Abandono del deber), sobre la desastrosa escalada del expresidente Lyndon Johnson en la guerra de Vietnam en la década de 1960.
El libro de Johnson salió a colación durante la entrevista de trabajo de McMaster en Mar-a-Lago, la residencia de Trump en Florida. En ese momento, McMaster le dijo a Trump que uno de los errores de la guerra de Vietnam fue que los asesores de LBJ sólo le dijeron lo que quería oír.
Un mejor enfoque, le dijo a Trump, era que el presidente obtuviera "el mejor análisis y múltiples opciones para que pueda tomar decisiones con buena información".
"Trump parecía contento con la respuesta", escribió McMaster.
Sin embargo, ese no es el modelo de toma de decisiones que empleó el entonces presidente.
"Estaba aprendiendo que Trump estaba abierto a nuevas ideas y perspectivas, pero también era propenso a cambiar de opinión en función de quien tuviera era la última persona en hablarle", escribió.
McMaster encontró paralelismos entre los dos presidentes que ha estudiado. Como en el caso de Johnson, las "inseguridades y el deseo de atención de Trump le dejaron perpetuamente distraído y vulnerable ante unos medios de comunicación que se le oponían con vehemencia. Además, como LBJ, tenía una relación poco precisa con la verdad y una tendencia a la hipérbole".
McMaster dio un ejemplo relacionado con –¿qué otra cosa podría ser? — el tamaño de las multitudes.
Poco después de asumir el cargo, caminaba con Trump desde el Ala Oeste hasta la residencia de la Casa Blanca. Trump se detuvo y señaló una foto de la multitud congregada en el National Mall el día de su toma de posesión.
"Mire eso, general", dijo Trump, según McMaster. "A diferencia de lo que han dicho en la fake media [medios falsos], había mucha más gente en mi toma de posesión que en la de Obama".
Las noticias mostraron lo contrario.
Una curiosidad persistente de la era Trump es por qué quiere mantener buenas relaciones con el presidente de Rusia, Vladimir Putin.
En el libro, McMaster afirmó que no se hacía ilusiones de que Putin quisiera ser amigo de Trump. Más bien, Putin había considerado a Trump como alguien sediento de elogios.
"Putin, un despiadado ex oficial de la KGB, jugó con el ego y las inseguridades de Trump con halagos", aseguró en el libro. "Putin había descrito a Trump como ‘una persona muy destacada, con talento, sin ninguna duda’, y Trump había revelado su vulnerabilidad a este enfoque, su afinidad por los hombres fuertes y su creencia de que solo él podía forjar una buena relación con Putin".
McMaster aconsejó a Trump antes de una reunión con Putin en julio de 2017 en Alemania que no debía caer presa de las afirmaciones de Putin sobre Ucrania, Corea del Norte y otros asuntos. Pero la reunión posterior dejó claro que "Putin utilizó su tiempo con Trump para lanzar una campaña sofisticada y sostenida para manipularlo".
Durante su conversación con Trump, Putin le mostró un video sobre el salvamento por parte de la armada rusa de un barco estadounidense de la época de la Segunda Guerra Mundial, y evocó gratos recuerdos de la alianza entre Estados Unidos y la Unión Soviética durante la guerra.
Más tarde, en una cena, Putin le dio a Trump, un magnate inmobiliario, una lista de ideas para colaborar, incluido el desarrollo de un parque de atracciones cerca de Moscú, escribió McMaster.
McMaster explicó que intentó advertir a Trump por adelantado de que no se podía confiar en que Putin cumpliera sus promesas, pero que reconoció que "Trump se estaba impacientando con mi 'vibración negativa'".
La edad se ha perfilado como una cuestión importante en la carrera presidencial de 2024. Ahora que el presidente Joe Biden, de 81 años, ha abandonado su candidatura, Trump es el candidato presidencial de más edad de la historia, con 78 años. Una cuestión que acabó hundiendo la campaña de Biden y ahora persigue a Trump es si alguien de esa edad está a la altura de los rigores de la presidencia.
McMaster escribió que Trump se puso "de mal humor" durante un viaje al Medio Oriente e Italia en 2017.
Viajando en su limusina en Italia, "se estaba cansando y enfadando", relató McMaster. "Se volvió hacia Jared [Kushner, alto asesor de la Casa Blanca y yerno de Trump] y hacia mí, que estábamos en el fondo, y dijo: '¿Cuánto dura este viaje f------? De quién ha sido la idea?'".
Los cambios de personal eran frecuentes en la Casa Blanca de Trump. Los asesores de alto rango iban y venían, por agotamiento, por principios o por le desagradaban a Trump.
"No pude evitar pensar que vivir en la base de un volcán activo era una metáfora adecuada para servir en la Casa Blanca de Trump", señaló McMaster.
El día que Trump le llamó y le dijo que se había acabado, McMaster no estaba tan sorprendido.
"Con Donald Trump, casi todo el mundo se agota, y había llegado mi hora", escribió.